El Primer Juzgado de Familia de Ferreñafe, logró que un menor de edad retorne al cuidado de su madre luego de permanecer en acogimiento residencial provisional desde diciembre de 2018, reafirmando su compromiso con la defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad.
El caso se desarrolló en el marco de un proceso judicial sobre desprotección familiar a cargo del magistrado Ronald Fabián Díaz Correa, mediante el cual se dispuso el retorno del menor de iniciales E.S.R.B. (06) al seno materno, garantizando su bienestar integral y el restablecimiento progresivo de una relación afectiva, segura y estable con su familia.
Este resultado fue posible gracias a una labor articulada y diligente del personal jurisdiccional del Primer Juzgado de Familia de Ferreñafe. Al tomar conocimiento de que el menor se encontraba próximo a ser trasladado a otro albergue debido a su edad, y advirtiendo además la voluntad expresa de los progenitores de recuperar a su hijo, se iniciaron acciones urgentes para ubicar su paradero, toda vez que no se contaba con información actualizada de sus domicilios.
En ese contexto, el secretario judicial Pedro Gianfranco Maluquish López impulsó una búsqueda a través del Organismo Supervisor de Inversión Privada de Comunicaciones (OSIPTEL), con la finalidad de identificar líneas telefónicas asociadas a los progenitores. Con dicha información, y con el apoyo del asistente judicial Miguel Ángel Tacilla Aquino, se realizaron múltiples intentos de contacto telefónico, los cuales no dieron resultados debido a que las líneas se encontraban inoperativas. Frente a ello, se dispuso el envío de oficios a las comisarías de Cañaris y de Nuevo San Miguel – Moyobamba, diligencias que permitieron finalmente ubicar a ambos padres.
Una vez establecidos los contactos, el juzgado ordenó la elaboración de informes socioeconómicos y la actualización de evaluaciones psicológicas, a fin de determinar cuál de los progenitores reunía las condiciones más adecuadas para asumir el cuidado del menor, considerando que ambos se encontraban separados. De manera paralela, y con el objetivo de restablecer los vínculos afectivos, se dispuso la implementación de un Plan de Trabajo Individual, elaborado en coordinación con la directora y el personal de psicología del Albergue Santa María Josefa.
Como parte de este proceso de revinculación, se autorizaron inicialmente visitas presenciales con el progenitor y, posteriormente, la realización de videollamadas con la progenitora, las cuales se efectuaban tres veces por semana en horarios de la tarde. Estas sesiones fueron supervisadas por la asistente judicial Daphne Zambrano Olivera, quien se trasladaba hasta el albergue, contando con el apoyo del equipo de psicología para brindar el soporte emocional necesario al menor y garantizar su bienestar.
Tras siete sesiones de videollamadas y evaluando positivamente la evolución del vínculo afectivo, el magistrado consideró fundamental para el desarrollo integral del menor el establecimiento del contacto físico con su madre. No obstante, esta no contaba con los recursos económicos para trasladarse desde la ciudad de Moyobamba hasta Ferreñafe.
Ante esta situación, el juez, haciendo uso de la asignación correspondiente a gastos operativos y con el apoyo económico voluntario del personal jurisdiccional del juzgado, logró cubrir los pasajes necesarios para concretar el encuentro presencial. Esta actuación reflejó no solo el cumplimiento de la función jurisdiccional, sino también un profundo compromiso humano con el interés superior del niño.
Finalmente, tras el análisis integral de los informes técnicos y la evaluación del compromiso asumido por ambos progenitores durante el proceso de revinculación, el magistrado determinó que la progenitora reunía las condiciones idóneas para asumir la responsabilidad del menor. En consecuencia, se dispuso el cese de la medida de acogimiento residencial provisional en el Albergue Santa María Josefa, el retorno del menor con su madre y la restitución de la patria potestad a ambos progenitores.
Actualmente, el menor de iniciales E.S.R.B. (06) reside junto a su madre en el distrito de Jepelacio, en la provincia de Moyobamba, consolidándose así una decisión judicial que reafirma el compromiso del Primer Juzgado de Familia de Ferreñafe y de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque con una justicia cercana, empática y centrada en la protección integral de la niñez.


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