En un esfuerzo por promover y proteger el valor sagrado de la vida humana en todas sus etapas, la Oficina Familia y Vida de la Diócesis de Chiclayo anunció la organización de una Gran Marcha por la Vida, bajo el lema «Yo Amo la Vida», a realizarse el sábado 18 de mayo, a partir de las 4 p.m., con salida desde el Parque Obrero de Chiclayo.

Cada ser humano posee un valor sumamente preciado e indiscutible, desde el instante de su concepción hasta su fin natural. En este sentido, la Iglesia que peregrina en Chiclayo reafirma el compromiso con la defensa y protección de la vida humana, como un derecho fundamental que debe ser custodiado y protegido por las legislaciones locales, nacionales e internacionales.

El padre Jorge Antonio Millán Cotrina, responsable de la Oficina Familia y Vida de la Diócesis de Chiclayo explicó que la iniciativa de esta marcha se basa en las palabras del Papa Francisco, quien en comunión con la tradición de la Iglesia Católica y personas de buena voluntad de diversos credos, afirma que la defensa de la vida por nacer está intrínsecamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano. La vida humana es sagrada e inviolable en cualquier situación y etapa de su desarrollo, y debe ser considerada un fin en sí misma, nunca un medio para resolver otras dificultades.

Acompañado por José Salas, presidente de la hermandad del Señor de los Milagros y de Víctor Quispe, delegado de Corazones Unidos, ambos grupos de la Iglesia Santa María Catedral, el padre Jorge convocó a toda la comunidad, independientemente de su credo, a unirse en una manifestación pacífica y festiva en defensa de la vida. La marcha partirá desde el Parque Obrero y continuará hasta el Paseo Las Musas, donde culminará con un festival y testimonios Provida.

La invitación se extiende a autoridades civiles locales, instituciones educativas, instituciones sanitarias, parroquias y a todas las personas de buena voluntad que deseen sumarse a esta causa que trasciende credos y fronteras.

En el marco de la conferencia de prensa, a los periodistas asistentes se les entregó un Rosario al conmemorarse hoy el día de la Virgen de Fátima y sus nombres se escribieron en una pequeña silueta de mujer embarazada para recordar que un vientre nos albergó durante nueve meses.