“Estamos en un momento terrible a nivel nacional- respecto al sistema judicial y cada vez hay una mayor tendencia o corriente de opinión para que esto pueda reformularse de arriba abajo; estamos en unas peleas sin control del Ministerio Público, que involucra Junta Nacional de Justicia, Congreso, etc. Y en medio de todos está el periodismo”.

Lo afirmó el periodista Ricardo Uceda, durante la presentación del libro “El falso sheriff. La verdad sobre la lucha contra el crimen organizado”, del periodista chiclayano Carlos Cabrejos Vega, a quien felicitó por la producción de tan importante obra y brindó un reconocimiento por su coraje que, dijo, permite reflexionar con los periodistas de que esto es muy importante para que el sistema mejore.

Uceda aseveró que es indispensable que el periodismo haga una labor de escrutinio de lo que pasa en el sistema judicial. “Con el paso de los años, el poder de los fiscales ha ido aumentando; pero lo que tiene que haber es un balance, un control, una rendición de cuentas por los abusos que puedan cometer”, sentenció.

Dijo valorar mucho el trabajo de periodistas que se dedican con un ánimo independiente, crítico y van, de fuente en fuente, contrastando lo que dicen los expedientes fiscales. “Es una tarea compleja, que puede estar llena de peligros; son “pactos con el diablo” a veces. Solo una identidad muy fuerte del sentido de la profesión puede a uno librarlo de cometer errores o arbitrariedades”, explicó, señalando que en este libro “El falso sheriff” se ve un trajinar desde antes del 2012 sobre varios casos. “Y en todos uno encuentra la relación de Carlos Cabrejos con fuentes que están metidas dentro de la investigación y que son en lugares inverosímiles. Entonces, esto es complejo, peligroso y naturalmente, hay fiscales que pueden usar indebidamente el poder”.

Recordó que el 2016 conversó con el fiscal Juan Carrasco y le preguntó: a su juicio, ¿quién es el periodista de Chiclayo que informa mejor sobre casos criminales? Y le respondió: Carlos Cabrejos.

Enumeró los casos que presenta el libro, con un involucramiento indebido por parte del fiscal a periodistas y policías o conspiración contra algún juez; o captura de implicados en otro caso; o extorsión a un transportista, entre otros más. Señaló que por todo esto, el Ministerio Público ha investigado a Juan Carrasco y los casos han sido archivados; pero con algunos datos hay casos abiertos con colaboradores eficaces.

El autor de “Muerte en el Pentagonito”, afirmó que “los periodistas estamos obligados a tener una fuente en un fiscal, porque sino no hay manera de informar con amplitud; a pesar de la norma absurda de que todo es reservado, aunque todo es filtrado. Y, claro, estamos influidos por esa fuente, porque es la verdad del fiscal, quien ha tomado declaraciones, ha podido tener delaciones premiadas. Pero ¿qué pasa cuando empezamos a dudar de que esa investigación está bien enrumbada? No hay otro camino que ir a los que están siendo investigados, a los supuestos delincuentes o supuestos corruptos; o sea ‘al lado malo’. Y ahí comienzan los problemas, porque nosotros, al tener una relación con un tipo que está en la clandestinidad, estamos ejerciendo un derecho, tenemos protección para eso y, por supuesto, podemos usar mal las garantías que nos da el sistema; podemos incurrir en una trasgresión, en una ilicitud. Pero nuestro sistema exige que antes de violentar, de romper el secreto de las fuentes, tiene que haber una sustentación realmente minuciosa, para que expliquen por qué al periodista o director de un medio le estoy haciendo esta medida tan gravosa”.

Sobre el autor

Carlos Cabrejos, gerente y director del diario La Verdad, de Chiclayo, autor de “El falso sheriff” (Sheriff es el nombre dado a un funcionario o a una autoridad), contó que lleva un poco más de 25 años en la labor periodística y agradeció a quienes lo habían apoyado en esta tarea, entre ellos su padre, que también es periodista y a personas que con sus testimonios o su apoyo legal le han permitido plasmar el libro, incluso como protagonistas de algunos casos.

Contó que Ricardo Uceda fue uno de los periodistas que le abrió los brazos para apoyarlo con pautas desde el ángulo periodístico para afrontar una especie de persecución que comenzó a tener cuando se enfrentó con la mala administración fiscal. “Ejercí lo que tenía a mi alcance para evidenciar hechos que han sido expuestos sobre la mesa, que permiten al lector tener un análisis minucioso de lo que se informa”, precisó.

El falso Sherif

Al pedírsele un resumen de lo que significa «El falso Sheriff», dijo: “Hay gente que te califica o llena de aplausos para poder ensalzar tu figura. En algún momento, la figura central de este libro (el exfiscal anticorrupción Juan Carrasco), recibió el calificativo de Sherif y otros más. Y ello, porque nadie cuestionaba su labor. Pero, a veces el poder te embriaga; a veces una mala acción te lleva a cometer otra y otra y otra. En algún momento le toqué la puerta y en su mismo despacho pude decirle las cosas como eran; especialmente le dije que en su fiscalía estaban haciendo mal las cosas. Lo hice quizá partiendo de la confianza que tenía con el excompañero de promoción y entonces fiscal. Creo que hice mal porque a partir de ahí me bloquearon en Facebook, en WhatsApp, ya no veía a Juan Carrasco. De pronto, empezaron mis problemas y empecé a vivir el corre, corre. Entonces, comencé a recopilar esos capítulos y los comentarios de un grupo de personas. Y hasta ahora sigue apareciendo gente que denosta del calificativo, pues dicen que no es el Sheriff si no que es un falso Sheriff. Todos esos hechos cronológicos que se fueron presentando, más la validación de documentos y comentarios, están aquí, en este libro; se condensan justamente en cuestionar esa figura que en algún momento muchos de nosotros -y me incluyo- aplaudimos y del que hoy ya no pienso lo mismo”.