En Remigio Silva, jóvenes de una calle brindan felicidad a niños de pueblos jóvenes cercanos

Hace más de 40 años sus padres fueron a residir a esta nueva urbanización. Con ellos, algunos de sus hijos pequeños. Otros niños nacieron ahí. Cuando los entonces pequeños tenían más de 20 y muchos eran profesionales o ya se habían comprometido, hace 15 años decidieron organizarse para, con sus fondos económicos personales, brindar momentos de felicidad a decenas de niños de zonas rurales adyacentes.

Así es cómo, los niños y niñas de entonces, jóvenes o adultos hoy, residentes o ya no, de la calle Las Cautivas, en la urbanización Remigio Silva, realizan año tras año (con excepción del año de la pandemia), una chocolatada con entrega de regalos. Y todo, sin pedir ayuda a nadie -como otros que se lucen con avemarías ajenas—Esto es, con su propio peculio. Hoy solo se les pidió apoyo a los vecinos de las dos únicas cuadras y el permiso para cerrar la calle y cumplir con su actividad.

Más de 100 niños escogidos son los que viven en la zona de Cruz de la Esperanza y alrededores, ubicada en el extremo oeste de Chiclayo. Para hacerlo, semanas antes van de puerta en puerta empadronándolos y entregándoles los tickets respectivos con la invitación para que acudan a la cita en plena calle, donde se realiza previamente un espectáculo infantil con presentes para cada participante, se les brinda la chocolatada y se entregan los regalos correspondientes.

La complacencia no solo es de los niños que acuden a la fiesta infantil, sino de sus padres o familiares cercanos que los acompañan. Más aún, es de quienes han organizado este momento, que ven con satisfacción la alegría que generan por estas fechas y recuerdan la que vivieron en su infancia al lado de sus progenitores, algunos ya fallecidos.

Uno de los jóvenes involucrados, Alan Huamanchumo, expresó en su muro del Facebook: “Una vez más despertamos las sonrisas de los niños de diferentes PPJJ, en nuestra Chocolatada Navideña. Año tras año, con el apoyo de los vecinos de la Calle Las Cautivas de nuestro Remigio Silva, realizamos nuestra labor social. Más de 15 años dando alegría. Ojalá Dios nos siga brindando más años de vida para seguir con esta labor que nos apasiona”.

A todos ellos, nuestra más sincera felicitación y deseos que todos los años se sigan cumpliendo sus buenas acciones.