Personajes chiclayanos figuran en el libro Presidentes por accidente, de Christopher Acosta

Todo un acontecimiento cultural y periodístico resultó la presentación del libro Presidentes por accidente, de Christopher Acosta, en ceremonia especial promovida por el Colegio de Periodistas de Lambayeque. Se reveló que en la publicación figuran varios chiclayanos o ligados a esta tierra, tanto en los gobiernos de Pedro Castillo como de Dina Boluarte.

El libro fue presentado por el periodista Larcery Díaz, luego que la decana de la Orden, Rosa Chambergo Montejo, dio la bienvenida al autor de la obra y le agradeció por haber confiado en el Colegio la realización de esta actividad que da mayor lustre a lo que viene ejecutando su gestión, dada la calidad de periodismo de investigación que el expositor ejerce.

A su vez, Larcery Díaz dijo ver una crónica de principio a fin en cada una de las más de 160 páginas de Presidentes por accidente. Señaló que el libro se puede leer de un tirón. Desde el primer capítulo, los personajes se definen: no son Pedro Castillo y Dina Boluarte. Son Pedro Boluarte y Dina Castillo, ni más. En palabras de Christopher Acosta, “Dina y Pedro son más parecidos de lo que aparentan”. En el libro dice por qué.

“El estilo que emplea Christopher en este libro, como en el anterior que ha publicado, es esculpido con claridad, sin ambigüedades; utilizando frases que no solo se entienden bien sino que no se podrían entender de otra manera. En cada capítulo nos va llevando de la mano, periodística y literariamente a visitar los lugares donde acontecieron cada uno de los hechos que aquí se relatan e incluso llegar a caminar por los pasillos hasta del mismo Palacio de Gobierno y el Congreso de la República. Y en cada párrafo, se nota claridad, que exige la lógica y la ordenación expositiva; y especialmente la sorpresa, por la que el lector se topa con pequeños sobresaltos en el texto, que nos hacen disfrutar del mismo en todo momento; porque aquí también aparece el humor con elegancia, por supuesto; con la elegancia que la brinda alguien que, como Christopher, sabe sobrellevar al hablar y al escribir bien sus crónicas y reportajes de investigación. Pero el estilo también es el vocabulario, es la sintaxis, la metáfora, el amplio léxico con que se debe contar para no cansar al lector y para cargar con mayores posibilidades al humor y a la sorpresa y con ella a la paradoja, que en todo momento usa el autor del libro, cuando nos presenta un razonamiento que juega con ideas ilógicas que resultan lógicas y viceversa. Y es que los mismos personajes: Pedro Castillo y Dina Boluarte, se prestan de por sí a estas continuas paradojas”, comentó Larcery Díaz.

Agregó que Acosta contrasta sus datos con otras personas y con otros medios y pide a sus personajes confirmar o desmentir los datos. “Nunca, hasta esta investigación periodística, se había tenido conocimiento de la producción intelectual de quien ahora ocupa la presidencia de la República, hasta que se descubrió que había plagiado textos de otros autores. La Biblioteca Nacional del Perú tenía en sus anaqueles el secreto mejor guardado de Dina Boluarte en su práctica desleal con los derechos de autor y potencialmente delictiva, según lo califica Christopher Acosta. En mayo de 2022 también se había revelado la existencia de plagio en la tesis del presidente Pedro Castillo. Es decir, tal para cual”.

La presidenta Boluarte fue contactada por el autor del libro para solicitarle sus descargos sobre diversos puntos que aparecen aquí, pero del despacho presidencial se respondió: “No haremos comentarios al respecto”. Otros personajes sí confirmaron algunos datos, pero de algunos que Christopher recogió tuvo que ser con entrevistas en las que recién se atrevieron a decir que sí era cierto sobre lo que se les estaba preguntando.

Lambayecanos en el candelero

Chiclayo y Lambayeque no dejan de estar presentes en este libro. Lo representa en su momento Salatiel Marrufo, en el gobierno de Castillo y cuyo testimonio se tumbó al presidente; y la actualísima Sada Goray, con la empresa inmobiliaria que iba a edificar “Chiclayo bonito”, en Reque y que sigue en el ojo de la tormenta judicial y periodística.

El ahora colaborador eficaz Salatiel Marrufo y el exministro de Vivienda Geiner Alvarado, provienen de la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo. El primero, cuyo nombre aparece en varios expedientes fiscales de Chiclayo, fue uno de esos “estudiantes eternos”; el segundo, estudiante de Ingeniería Civil; y Abel Cabrera Fernández, otro alumno de la Pedro, migrante de Chota. Ellos tres pusieron de vuelta y media a la universidad como dirigentes estudiantiles. Acosta revela también que hay una lista de 36 nombres de personas que, en su mayoría, tienen algo en común: son egresadas de la Universidad Pedro Ruiz Gallo y la mitad de ellas terminan consiguiendo trabajo en el gobierno.

Otros de los personajes chiclayanos, o que vivieron o viven en Chiclayo y que aparecen en el libro están el exfiscal de Lambayeque Juan Carrasco, exministro del Interior; Félix Chero, exministro de Justicia; Virgilio Acuña, quien visita a Castillo con frecuencia porque le han ofrecido el ministerio de Agricultura, pero Castillo nunca cumple; los parlamentarios Gladys Echaíz, de Alianza para el Progreso y Alejandro Aguinaga, de Fuerza Popular

Igualmente figuran en el libro los nombres de Mauricio Fernandini, involucrado en el caso de Sada Goray, quien concede una entrevista en su vivienda para este libro, pero pide que esta no sea grabada; la prima de Mauricio, Pilar Tijero; el abogado César Nakasaki, que defiende a Pilar Tijero y quien descartó una entrevista para el libro por parte de su patrocinada.

Christopher termina el libro agradeciendo a quienes se han sumado al proyecto; entre ellos a colegas de Frecuencia Latina y a su editorial, Penguin Random House que -dice- “se han comprado el pleito del periodismo pese a sus absurdas consecuencias”.

El periodista Larcery Díaz concluyó la presentación felicitando al autor por esta nueva entrega, convertida en un apasionante libro periodístico y político. “Deseo que este empeño tuyo en hallazgos para beneficio de la sociedad, lo sigas atrapando en libros como este, también para beneficio de los lectores y los futuros comunicadores, que al final deben tener al periodismo en primera línea, para demostrar que con buena investigación y utilizando la mejor redacción y el mejor lenguaje, se puede seguir poniendo en primera línea a la profesión periodística, que nunca va a dejar de ser la mirada que quiere la comunidad en la constante vigilancia hacia el poder”.

Por su parte, ante el numeroso público, Christopher Acosta dio a conocer detalles de la producción de tan importante documento bibliográfico y respondió preguntas no solo acerca del libro, sino de la actualidad política nacional y de cómo, a través del periodismo y del quehacer literario podría difundirse más los tinglados del poder y promoverse la solución a los procesos que vienen manteniendo en constante crisis al país.

Al final del acto, la decana del Colegio de Periodistas entregó un presente a Christopher Acosta, además de la revista de la Orden y el libro “Azúcar en Lambayeque”, escrito por Rosa Chambergo.